Todo empezó en 1992 con la familia Ryckeboer, cuando Anne, la hija de Emile Ryckeboer, creador de las ensaladas en bolsa Florette, tuvo la ingeniosa idea de facilitar la vida de los consumidores ofreciéndoles platos preparados a base verduras listas para consumir. Naturalmente, pensó en crear «purés frescos», elaborados con productos naturales y que pudieran conservarse hasta tres semanas. En primer lugar había que buscar un nombre, y fue CREALINE: «Créa» por creación y «line» en referencia a la línea de productos naturales y sanos. En un principio, Créaline solo ofrecía cinco purés elaborados en el pequeño taller de una granja por unos pocos trabajadores. Desde entonces, Créaline ha crecido mucho y ahora cuenta con noventa empleados y una planta de producción de 9.800 m2, ofrece más de treinta productos (purés, sopas y gazpachos) y no deja de desarrollar su presencia en Europa.